A mi madre

Ahora, que me paro un momento para echar un poco la vista atrás, me doy cuenta de lo importante que fue, que es y que siempre será mi madre. No es que no lo supiera. ¡Es que estaba tan claro que no lo percibías! No te das cuenta del valor de todo lo que hace. De todo lo que puede. ¡Ni te imaginas lo fuerte que es!
Hoy es su cumpleaños, y en estos días, siempre pienso qué habría sido de ella de haber tenido la posibilidad de vivir otra época. Con su energía, que no aplaca ni el paso de los años, se habría puesto el mundo por montera, de no haber sido porque nunca le gustó dar una voz más alta que otra. Ella siempre prefirió ayudar desde la sombra, sin hacer mucho ruido, pero siempre con la mano dispuesta para echarla a quien la necesitara. A veces pienso, con lo que le gusta viajar, como habría sido su historia si hubiera podido acabar unos estudios superiores, si se hubiera sacado siquiera el carnet de conducir. ¡Y la imagino feliz!
Me gusta imaginármela alegre. Fueron muchos años viéndola triste. Demasiados, quizás. Por eso la imagen que guardo de ella es siempre una imagen alegre. Una imagen con la gente que quiere, y que la quiere, de aquí o de allí, porque nunca hubo nadie que dijera una mala palabra de ella. Nunca les dio la oportunidad. Ni un mal gesto. Ni una mala cara. Siempre asumiendo que todo el mundo se equivoca y que ella no es nadie para juzgar a nadie. Así es ella. Así la educaron sus padres, y así se expresaba mejor, en la comprensión y el perdón. A veces tímida, pero siempre cordial. 
Para quien no tenga el placer de conocerla, solo le diré que lo siento, por él, y por ella. Siento que no hayan tenido la suerte de compartir aunque solo fuera un minuto de sus vidas con uno de los personas más bondadosas que nunca pasaron por este planeta. Bondad de la humilde. De esa que no necesita flashes ni publicidad. Bondad de la que ya casi no se ve en este mundo de egoísmos exacerbados. Bondad de cercanía, de la que no necesita de presentaciones, ni de invitaciones, ni de cortesías, bondad a secas, pero a raudales. Bondad para la gente cercana, sin olvidarse de la lejana, para los conocidos pero también para los desconocidos. Siempre con las manos abiertas, con el corazón abierto para darte lo que ella no tenía, para darte lo que ella no tiene, y no dudes que para darte lo que no tendrá. Bondad de la que te sale de dentro porque es la que te empapa el alma, y sin ella no sabes vivir.
Así es mi madre. Y hoy es su cumpleaños. Y quería regalarle tantas cosas por todo aquello que ella me regaló durante tantos años, casi sin saberlo, que nada me llenaba mas que regalarle mi agradecimiento. Así que hoy he decidido regalarle palabras. Las mejores palabras que pueda escribir para mi madre. Palabras de amor. Palabras de agradecimiento eterno por hacerme quien soy. Por regalarme este sueño de vida que no seria posible sin ella, y todo lo que me enseñó.
Felicidades, mamá.
Te quise, te quiero y te querré...así que pase la eternidad.

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